Como quien va a recoger a su hijo el primer día de clase me acerco al taller para saber cómo marcha la puesta a punto y nada me ha puesto más feliz que ver que todo estaba bajo control y que el primer diagnóstico (motor) era de lo mejor.
Los problemas de calado en caliente eran debidos a la bobina, que al coger temperatura daba una chispa ínfima e irregular. Dos cables de bujía en mal estado, un manguito partido por tres sitios y unos platinos con demasiado juego hacían que, sumados todos estos pequeños fallos, no rodara bien el motor. Se ha procedido también a hacer un reglaje (ver foto) y ahora al poner la llave de contacto y girarla la sensación es de estar tocando el cielo con los dedos. Cero vibraciones, ni siquiera en el volante, ni tan solo al acelerar, que sube de revoluciones con una suavidad extrema.
Mañana toca sección cambio automático, filtros y niveles de aceite.
La bomba de gasolina original está perfecta y no ha hecho falta cambiarla.
Hoy soñaré con angelitos en Mustangs.
:)
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