El pasado 22 de marzo de 2.011 por fin nos encontramos. Hacía años, y digo años que nos estábamos buscando pero siempre por una cosa u otra no acabábamos de coincidir. Siguiendo sus huellas lo localicé en un parking de camiones a las afueras de mi ciudad. Arranqué mi Triumph y allí me dirigí, nervioso, a sabiendas que me estaba aguardando y que por fin la espera había terminado. No había marcha atrás.
Ya en diciembre me senté en uno en la Feria del Auto Clásico y noté esa sensación de Deja-Vú que de vez en cuando me da y sé a ciencia cierta de que acabaremos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario